Tenemos el agrado de presentar la muestra virtual "Matriz y Estampa" del artista Bruno Widmann (1930-2017). Esta selección, centrada en sus potentes serigrafías de los 70-80 “que remiten a un minimalismo tanto por su sencillez como por su problemática espacial e incluso serial” como lo expresa José Luis Cuevas, artista plástico mexicano que consideraba a Bruno Widmann uno de los pintores más sólidos de América Latina. 

 

El artista nos sumerge en su singular universo gráfico con el arte de poblar silencios y escenificar la condición humana. El título no es casual: alude al corazón mismo del grabado y la serigrafía, la dualidad entre el origen y su huella múltiple. En esta tensión técnica y conceptual, Widmann encontró un lenguaje perfecto. 

 

En sus obras son reconocibles los icónicos "homúnculos", esas figuras esquemáticas y anónimas que transitan sus composiciones. No son retratos, sino arquetipos del ser contemporáneo. En los rotundos planos de color y la estética plana y minimalista de estas serigrafías, los personajes se agrupan en plazas, deambulan por ciudades de geometrías imponentes o se pierden en escenarios abstractos. Son la encarnación de la multitud solitaria, un eco de la existencia moderna donde estar juntos no siempre significa estar acompañados. 

 

Este lenguaje único le valió a Widmann el reconocimiento de la crítica internacional. Como destacara David Pagel en el Los Angeles Times, el artista utiliza un "humor discreto" para "elevar el papel de la gente pequeña en el mundo". Curadores uruguayos como Ma. Eugenia Grau y Francisco Loustaunau (MNAV, 2024) han señalado su maestría para combinar los "cromatismos del color negro" con un "teatro del absurdo" pletórico de "humor e ironía". Es, como apuntó el crítico mexicano Miguel Ángel Muñoz, un universo "deslumbrante" con una "lógica auténtica y justificada". 

 

"Matriz y Estampa" es una invitación a mirar más allá de la imagen, apreciando la maestría técnica del artista y cómo cada procedimiento servía a un propósito expresivo. Es una oportunidad para reflexionar sobre cómo una idea original puede multiplicarse para contar infinitas historias. Cada estampa es, a la vez, la misma y otra; un recordatorio de que en la repetición también habita la singularidad. 

 

La obra de Bruno Widmann deja una huella imborrable; la de un artista que supo encontrar la poesía en el anonimato y lo universal en el rastro de la tinta sobre el papel.​

​