La obra dejada por el artista y maestro Bruno Widmann, quien falleció en 2017, trasciende por su profundidad y alcance. Los elementos y atmósferas singulares que creó continúan estableciendo un diálogo intemporal, invitando a los espectadores a explorar mundos de dimensiones desconocidas, tan infinitos como su propia imaginación. Aunque su arte traspasó fronteras y vivió en diversos países con gratas experiencias, optó por enraizarse en su tierra natal, contribuyendo así a la modernización estética de su país.

 

Su prolífica carrera, marcada por varios "momentos" distintivos, retrata una evolución artística continua. En sus pinturas, las texturas y composiciones se entrelazan como aliados inseparables. Destaca su singular visión del tiempo, así como la interacción entre forma y color, sensación y volumen, lo cual infunde a su obra un ritmo y una poesía que estimulan la imaginación sin límites.

 

La profusión de su obra en el mundo le permitió recibir críticas maravillosas y miradas diversas y nos parece importante compartir algunas de ellas con los lectores.

 

“El artista busca, propone, explora, divaga. La paleta demuestra una ferocidad que celebra ante la tela, que devora al espectador. Su lógica es auténtica y justificada. No obstante, es deslumbrante…”  Miguel Ángel Muñoz Curador, Crítico de Arte y Comisario del Festival Internacional Cervantino, México.

 

"El humor discreto ilumina los lienzos sombreados en la oscuridad. El pintor uruguayo Bruno Widmann colma sus obras con figuritas, elevando el papel de la gente pequeña en el mundo" - David Pagel, Los Angeles Times, 26 de mayo de 2003.

 

Los curadores de Antología, la exposición que se presenta en el MNAV en 2024, también se expresan sobre el artista y su legado. “El trasiego artístico de Widmann, desde la afirmación teórica de la Academia, se supera con su explosión matérica de particulares características. Los cromatismos del color negro en sus múltiples variadades, se interrumpen, se dejan interrumpir con otras escalas cromáticas y situaciones presumidas de historicistas. Conviven con un teatro del absurdo y sus circunstancias.

Como si fuera poco, Widmann jamás evita sus atracciones contemporáneas, pletóricas ellas de humor e ironía. Así circulan composiciones donde el artista supo optar por la pintura acrílica en un peculiar desfile en el que se van sucediendo sus más notorias obsesiones…”, Ma. Eugenia Grau y Francisco Loustaunau, Marzo de 2024.

​

​

​

​

​

​

​

 

​